Me gustan tus ojos negros,
que se ponen como niño a jugar cuando me miran.
Me gusta tu pelo negro
a caer por tus hombros de distancia.
Me gusta tu sonrisa de felicidad,
como en mañana de primavera llena de flores.
Me gusta cuando me miras
sonriendo sólo con los ojos,
a imaginar cosas inimaginables de sueño perdido.
Me gustan tus manos cuando no pudiendo tocarme,
tocan las teclas de lejano sentimiento.
Me
gusta cuando tomas aliento y no dices nada,
dejando
al rostro la felicidad encarcelada de años.
Me gusta tu faz que me hace acordar cosas lejanas,
que no sé si un día he vivido.
Nenhum comentário:
Postar um comentário