Te recuerdo cuando no imaginas....
aún cuando el día no ha salido
ni la noche ha llegado.
Pero te recuerdo en el tiempo
de mis memorias y te reconstruyo
con mis manos, cómo menos te lo imaginas.
Te recuerdo porque no me es posible olvidar
lo que mejor me trajo la vida y el olvido
es lo imposible, pues siempre estás presente.
Te recuerdo aun porque no tengo salida,
el tiempo pelea con mi alma
y los relojes rotos de otras vidas
se niegan a golpear contra el viento
las campanas de mi regreso.
Te recuerdo para que el futuro no muera
y para que las astillas de los relojes vuelvan
a girar en el anhelo de las horas
que desconocen el dolor de las partidas.
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